A los que Aun Reflexionan
Un blog de reflexiones para todos los que sentimos que participando activamente de nuestro entorno, construimos un futuro que valga la pena.
sábado, 16 de abril de 2011
Cada vez que me veo al espejo… No me gusta lo que veo
“Cada vez que me veo al espejo, veo algo que quisiera quitar o cambiar, en general no me gusta lo que veo y lo peor, es que me estoy viendo a mí mismo”
Esas palabras describen la inquietud de muchas personas alrededor de nuestro país y del mundo.
Hoy en día se observa una creciente disconformidad con la imagen personal propia, y esto aparece cada día en personas cada vez más jóvenes, las cuales a su vez conceptualizan, la mal llamada belleza corporal, con un significativo estatus de éxito y hasta posición social.
Esta búsqueda incesante de obtener el cuerpo, el color y la cara perfecta, hacen que podamos ver cómo los gimnasios y centros de acondicionamiento físicos, se abarrotan de personas, que más que buscar tener un estilo de vida saludable, tratan de solo verse bien, lucir hermosos, tener un cuerpo envidiable y deseable en pocas palabras, “ser mejor”.
Lo interesante se ha dado con la nueva tendencia a buscar la belleza a través de los medios artificiales, con lo que los centros de estética y los cirujanos plásticos han jugado un papel fundamental como artistas capaces de convertirse en verdaderos escultores de belleza humana, algunas veces con hermosas obras de arte de silicona y carne, logrando con gran éxito, transformar la imagen que se posa cada mañana frente al espejo.
Impresionantemente, cada día es más frecuente escuchar las peticiones de adolescentes que, contagiados con la moderna cultura de la belleza, solicitan desde tempranas edades, cirugías y tratamientos estéticos como regalo de cumpleaños, graduación o navidades, buscando pertenecer a ese grupo que puede decir “sin senos no hay paraíso”
El problema posterior a la cirugía se da a los pocos días, cuando se visita nuevamente al espejo, con el nuevo cutis, las nuevas y exuberantes bubis y brillantes y blancos dientes; Allí en ese íntimo instante, al estar frente a frente con la realidad del ser propio e individual, en ese preciso momento vuelve la sensación de imperfección, la fealdad por una u otra parte reaparece. De allí, el que todos, mientras más tratamientos, procedimientos y cirugías se realiza, siempre quieren más. Siempre hay algo nuevo que cambiar, que quitar, que corregir para terminar convirtiéndose en seres literalmente plásticos, llenos de hermosas protuberancias agradables a la vista aunque pesadas y hasta dolorosas al usuario, seres hermosos por fuera, pero con una significativa sensación de fealdad que sobresale cada vez que se visita al espejo.
Lo interesante y triste a la vez, es que esta imagen externa es el reflejo de la imagen interna. En realidad lo que se ve al espejo es la evidencia de lo profundo de cada ser.
El gran libro de la sabiduría humana, la Santa Biblia, ya desde hace muchos años trata este tema en forma amplia y sencilla.
Proverbios 27:19 dice: “Como el agua refleja el rostro, Así el corazón del hombre refleja al del hombre”. (Santa biblia, versión latinoamericana de Hoy)
En otras palabras “cada uno refleja, lo que en realidad es”, el ceño fruncido, la mirada esquiva, el labio mordido y muchas más expresiones, nos muestran la realidad de lo que hay en lo profundo del ser, en lo íntimo de cada uno, donde el yo se debate entre el orgullo y la altivez, entre la sencillez y la vergüenza, entre el que es en realidad y el que debe mostrar cada día en la calle.
El mismo Jesucristo explicaba este complejo fenómeno humano diciendo:
Mateo ¡5:10-11, 18-20
“Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre”. (Santa biblia, versión Reina Valera 1960)
Lo interesante, es que lo que hay en el interior del ser humano se muestra de una u otra forma, a pesar de laser, piling, lipo, implante o maquillaje, lo profundo de cada uno se asoma, a cada instante, con lo que hablamos, en cómo nos comportamos, en la forma en que reaccionamos y sobre todo… en cómo nos vemos.
Este es el verdadero origen de la fealdad de la imagen frente al espejo.
Lo interesante, es que esta imagen si se puede cambiar, la misma Biblia cita varios ejemplos, el más conocido es el de Moises:
“Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios”. Éxodo 34:29 (Santa biblia, versión Reina Valera 1960)
Resulta casi increíble observar que a pesar de la innumerable cantidad de estética y embellecimiento, casi todos de reciente aparición, desde tiempos inmemoriales, el simple hecho de conversar con Dios, cambia el rostro humano y hace que la piel se vea resplandeciente.
Este es el caso de muchas personas que a través de la historia reciente y pasada, han experimentado reales cambios en su imagen corporal y facial.
Consideremos algunos ejemplos recientes como el de la madre Teresa de Calcuta, una pobre y pequeña viejecita, llena de arrugas y miseria, pero que paradójicamente, a eso, todos los que la conocieron se impactaban por el brillo de su sonrisa, el poder de su mirada, la belleza de su carita que irradiaba paz, quietud, sabiduría, amor y solidaridad, tanto así que muchos al verla en persona soltaban lágrimas al sentir que en su rostro veían a Jesús.
Otro caso es el de Juan Pablo Segundo el conocido como el papa viajero, un hombre fuerte, con record por el número de kilómetros recorridos y discursos pronunciados, un hombre que nunca visitó un gimnasio, ni bebió un batido de proteínas, un hombre que sobresalía por su hermoso rostro, su piel limpia y su tierna mirada, a pesar de su larga edad y los sufrimientos de su duro pasado.
Estas y otras muchas personas, que han experimentado el toque, el contacto de Dios, se caracterizan por su inexplicable hermosura, la que hace que, aunque existan, manchas, arrugas, rollitos y granos, ni siquiera se perciban por lo resplandeciente del aura que queda después de cada vez que pasamos al despacho del Altísimo y entablamos una conversación a solas con Él.
Toda esta reflexión, en realidad no busca, para nada desacreditar, el noble trabajo de los galenos y otros muchos que laboran con esfuerzo en perfeccionar la belleza del ser humano, ni que las personas dejen de buscar mejorara su aspecto corporal, sino mas bien, busca invitar a que cada uno logre pararse frente al espejo y pueda disfrutar con agrado lo que ve y sobre todo con la ilusión de regresar mañana, porque la imagen que verán será aún mejor.
Lo que busca esta reflexión, es invitar a cada uno a que además de trabajar en su belleza externa, trabaje en la belleza interna y considere seriamente su necesidad de sentarse con Dios a solas, allí en su habitación, antes de ir al espejo, y en esa cita con Él, converse sobre sí mismo, sobre su corazón, sobre sus miedos, sus anhelos, sus necesidades y deje que el padre celestial, toque con su bisturí divino cada fibra de piel, de colágeno, de corazón y de consciencia, para que al salir de esta reunión, no tenga que pasar por espejo, sino que al presentarse ante la gente, esta lo mire y le pueda preguntar: “¿qué hiciste hoy que te ves tan bien, tan hermoso, tan agradable y sobre todo… tan vivo?.
viernes, 15 de octubre de 2010
Los mineros de Chile, el rescate y su significado
Con el impactante accidente que mantuvo a 33 mineros de Chile se inició uno de los acontecimientos más significativos de la historia moderna, Su rescate.
Treinta y tres hombres de diferentes edades, historias y circunstancias que coinciden en un momento especial y quedan atrapados en las entrañas de la tierra a más de setecientos metros de profundidad y con ellos un símil particular que coincide con cada uno de nosotros , los que quedamos afuera.
Durante cerca de dos meses miles de personas siguieron los pormenores de los intentos de rescate y la emoción por la salida de estos hombres, en algún momento se describió hasta como de un "parto de la tierra".
Lo interesante de la salida y el rescate empieza cuando salen a la luz las particularidades de cada uno de los cautivos de la mina.
Las treinta y tres víctimas cobran indivdualidad y se nos permite conocerlos, sus nombre, sus familias, sus oficios, sus habilidades, sus errores...su vida, sin preguntarles, nos inmiscuimos en su mundo y con más morbosidad que curiosidad urgamos su existir, el tímido, el enfermero, el infiel, el débil, sin querer estuvimos pendientes de su salida y por lo que he podido conversar y preguntar a muchos de los expectadores, más que desear que salieran por ser libres de la tierra, deseábamos ver si seguirían animados y motivados como se les conocía a algunos, o si en realidad al infiel lo esperarían sus dos mujeres, si el líder realmente era tan líder, etc.
La desgracia de unos pocos se tornó en la expectación de más de mil millones de personas al rededor del mundo y lo interesante de esto es que, más que querer ver a estos libres al fin, lo que nos impactó, fue la similitud de cada uno de estos con nosotros mismos.
Mientras que, en Oriente de una sola explosión mueren más de cincuenta en un momento, o en África mueren de hambre más de un millón de personas en meses, no nos impactamos tanto como por estos teinta y tres mineros; qué hace la diferencia entre unos y otros, será que los expectadores somos tan morbosos que queríamos ver donde la cápsula Fénix se rompía y caía al vacío con uno de estos pobres infortunados?, o por el contrario somos tan compasivos que esperábamos de rodillas en nuestro hogares, con crucifijo en mano que cada uno saliera sano y salvo, probablemente hay de todo, y de ambos, lo cierto es que cada uno de esos treinta y tres representa indirecta e inconscientemente un pedacito de nosotros y de nuestra propia vida.
Los que se están ahogando en deudas y problemas se vieron saliendo del hoyo con un Cheque en mano y mil regalos, los que tiene una vida doble, se vieron expuestos y evidenciados delante del mundo entero y mientras se hablaba del minero infiel, ellos se imaginaban en los zapatos del hombre deseando no salir de la mina, mientras que el verdadero minero muy tranquilo nunca consideró su estado, porque hace tiempo se había separado de su primera esposa y convivia con su segunda compañera (la cual lo recibió) y entendía perfectamente que seguía casado con su anterior consorte por vivir en Chile un país donde la figura del divorcio no existió por muchod años y aun hoy es más fácil convivir con la nueva pareja que pasar por es proceso de divorcio y nuevo matrimonio, lo que tambièn ocurre con frecuencia en nuestro país.
Por otro lado el tímido también se vio ascendiendo a la fama sin tener que hacer mucho esfuerzo y ser famoso y querido por todos de un día a otro.
Todos tenemos un poco de cada uno de ellos y nos podemos ver perfectamente en cada minero salido del fondo de la tierra, el problema es que los que estábamos en la superficie seguimos enterrados en los mismos problemas y aun no hemos sido rescatados.
lunes, 18 de junio de 2007
La vida del Líder
Todos tenemos el poder de influir en otros y de una u otra forma lo hacemos, algunos mejor que otros, pero al fin lo hacemos, lo importante es tener claro que nuestra influencia causa en los demás un efecto y que ese efecto tendrá que ver con el crecimiento o deterioro del que lo reciba.
Bajo este concepto, todos los días, deberíamos meditar y cuidar cada palabra que decimos y cada acción que realizamos. Pero vivir de esta forma, es vivir toda mi existencia en un plano muy consciente vigilando cada detalle de mi vida tan cuidadosamente que terminaría despersonalizándome, dejando de ser yo mismo (el verdadero yo inconsciente que vive, actua y reacciona) para ser el prototipo del influenciador que estoy tratando de ser.
Bajo este concepto, todos los días, deberíamos meditar y cuidar cada palabra que decimos y cada acción que realizamos. Pero vivir de esta forma, es vivir toda mi existencia en un plano muy consciente vigilando cada detalle de mi vida tan cuidadosamente que terminaría despersonalizándome, dejando de ser yo mismo (el verdadero yo inconsciente que vive, actua y reacciona) para ser el prototipo del influenciador que estoy tratando de ser.
Vivir la vida haciendo consciente todo lo que hago y digo, es muy agotador y al final de una u otra forma se manifiesta lo que en realidad soy, lo más profundo de mi.
Por esta razón, lo que soy, la posición que ocupo o lo que quiero influir en los demás, no es lo más importante. En realidad lo importante es el cómo estoy viviendo mi vida en lo más íntimo.
Por esta razón, lo que soy, la posición que ocupo o lo que quiero influir en los demás, no es lo más importante. En realidad lo importante es el cómo estoy viviendo mi vida en lo más íntimo.
Vivir una vida con propósito, caminando sobre principios firmes, que no sean negociables ni que dependan de las circunstancias, es lo que nos puede dar una vida capáz de generar cambiós positivos para llegar a ser un verdadero influenciador, un líder.
Debo vivir primero mi vida logrando cambios primero en mi, antes de pretender esconder o disfrazar esas cosas que me avergonzarían, solo de este manera, influiré en los que me rodean y estaré tranquilo sabiendo que hasta la forma más inconsciente de reaccionar será capaz de lograr algo positivo y será de enseñanza para alguien.
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